Oviedo (EFE).- La reforma del Estatuto de Autonomía para introducir la oficialidad del asturiano y del eonaviego planteada por PSOE, Convocatoria por Asturias-IU y la diputada del grupo mixto Covadonga Tomé ha sido rechazada este jueves en la Junta General del Principado ante la oposición del PP, Vox y el parlamentario de Foro, Adrián Pumares.
La proposición de reforma estatutaria no ha salido adelante dado que se precisaba una mayoría reforzada de 27 de los 45 diputados que forman el hemiciclo y los votos de los diputados del Gobierno de coalición y Tomé no han sido suficientes.
La iniciativa de reforma del artículo 4 del Estatuto planteada, que toma como base la propuesta por la Academia de la Llingua Asturiana, pasaba por que los poderes públicos de Asturias, atendiendo a la realidad sociolingüística del asturiano y eonaviego, garantizasen «el derecho a conocer y usar ambas lenguas».
La propuesta contemplaba que sería una ley de la Junta General la que estableciese «los términos y ámbitos de uso oficial de las lenguas propias de Asturias» y que «ninguna persona podrá ser discriminada en función de la lengua que libremente elija para comunicarse».
La pasada legislatura, la oficialidad promovida por PSOE e IU también fracasó al no poder sumar finalmente el apoyo entonces imprescindible de Foro, que vinculó su postura a una serie de condiciones en materia fiscal que fueron rechazas por el Gobierno.
Día «histórico»
La diputada del PSOE Noelia Macías ha sostenido que el camino hacia la cooficialidad «no tiene marcha atrás» y la sesión plenaria de este jueves es un «momento histórico», porque ha quedado patente que existe una mayoría política «como no hubo nunca antes».
La socialista ha explicado que, a lo largo de la tramitación parlamentaria, el PSOE aspiraba a alcanzar el «consenso necesario», si bien ha lamentado que el PP haya adoptado una actitud «impostada» en este sentido y que esté más en la línea de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, «de negar el multilingüismo».
Por su parte, el portavoz de Convocatoria por Asturies-IU, Xabel Vegas, ha asegurado que la «protección» del asturiano y eonaviego pasa por otorgar el máximo reconocimiento y que, negarlo, significa «condenarlas a muerte y destruir una parte fundamental del patrimonio» de la comunidad.
Tras sostener que una oficialidad no implicaría «obligación», ha dicho que no tiene dudas de la «sensibilidad» del presidente del PP, Álvaro Queipo, con las lenguas de Asturias, por lo que entiende que «el único motivo» que existe para que su rechazo es su «falta de liderazgo».
La diputada Tomé ha considerado «imperdonable» que la oficialidad no haya salido adelante, si bien ha asegurado que hoy se ha evidenciado que existe una «mayoría política y social» a favor del máximo reconocimiento del asturiano y eonaviego.
«Es un derecho que llegará no lo duden. Hoy estamos más cerca», ha dicho antes de pedir al Gobierno regional que implemente una política lingüística «proactiva y desacomplejada».
Rechazo de la derecha
«Asturiano, sí. Obligatoriedad, no», ha asegurado el diputado del PP José Luis Costillas, que ha sostenido que su partido defiende «la libertad para su uso, la promoción para su conservación y la voluntariedad para su aprendizaje».
El parlamentario ha explicado que la realidad de Asturias es «distinta» a la del resto de comunidades cuyas lenguas son cooficiales, puesto que estos territorios fijaron este reconocimiento en su primer estatuto hace más de 40 años, y «esa circunstancia no se dio» en el Principado «porque su realidad era y sigue siendo distinta».
«Hoy votamos con responsabilidad, no desde el rechazo a lo propio, sino desde con la convicción de que el asturiano se protege mejor con afecto y consenso, no con cooficialidad forzada», ha expuesto.
La portavoz de Vox, Carolina López, ha criticado que la oficialidad es una iniciativa promovida por un «gobierno dictatorial que pretende imponer a la mayoría lo que quiere una minoría» y ha asegurado que «el dinero público no está para pagar sus vicios, sus hábitos o su teatro lingüístico».
«Que cada cual hable como quiera, pero no se puede obligar a un 98 por ciento (de los asturianos) a hablar y a escribir como quiere un 2 por ciento, y nos obliguen a pagar esta fiesta lingüista», ha advertido López.
Por su parte, el diputado del grupo mixto Adrián Pumares ha recalcado que detrás de la reforma del Estatuto no está la «voluntad sincera» de proteger las lenguas propias de la comunidad, sino que se trata de una «operación política que quiere usar el asturiano como un elemento de confrontación» por parte de un gobierno «agotado y en caída libre».
El parlamentario ha ofrecido la mano al Gobierno del Principado para abordar una reforma de la Ley de Uso y Promoción y el impulso de un plan de normalización de permita que el asturiano «tenga una representación real, recursos y un uso cada vez más normalizado». EFE