Bilbao.- El Servicio Vasco de Salud recibió el pasado año un total de 74 solicitudes de eutanasia y realizó 49 procedimientos en el marco de una prestación de demanda creciente en Euskadi, donde el número de peticiones ha aumentado un 46 % desde la entrada en vigor de la ley de marzo de 2021 que regula esta práctica.
Desde que el ordenamiento jurídico incorporó esa ley, Euskadi ha garantizado la ayuda médica a morir a 133 personas mediante la prestación de un servicio que «ha duplicado el número de casos y solicitudes de 2022 a 2024.
Así lo ha señalado la directora de Asistencia Sanitaria de Osakidetza, Maite Martínez, durante la «I Jornada de reflexión sobre eutanasia en Euskadi», celebrada este jueves en Bilbao.
En la jornada, la presidenta de la Comisión de Garantía y Evaluación de la Eutanasia de Euskadi (CGyEE), Itxaso Bengoetxea, ha presentado el último Informe de Prestación de Ayuda Médica para Morir en Euskadi del Departamento de Salud del Gobierno Vasco.
Ha puesto de manifiesto, en declaraciones a los medios, que el País Vasco se encuentra a la cabeza de las Comunidades Autónomas en relación a esta prestación.
Perfil del solicitante
El informe citado refleja que la edad media del solicitante el año pasado en Euskadi se situó en 74 años, teniendo 100 años la persona mayor y 33 la menor.
El 37 % de los solicitantes padecían una enfermedad neurológica, la mayoría relacionada con la demencia, y el 36 % fueron pacientes oncológicos.
En 2024, un 32,6 % de los procedimientos se realizaron desde el domicilio, un 53 % desde el hospital y un 14,3 % desde residencia sociosanitaria.
De las 331 solicitudes recibidas en Euskadi desde la entrada en vigor de la ley, se han autorizado el 75,4 % y 100 personas han fallecido antes de poder realizar la eutanasia.
La presidenta de la Comisión de Garantía y Evaluación de la Eutanasia de Euskadi ha considerado que en el País Vasco «se han hecho las cosas bien» para garantizar el servicio.
A la cabeza de España
En su prestación, Euskadi se encuentra a la cabeza en España, teniendo en cuenta lo que representa la eutanasia en la mortalidad, un 0,20 % en Euskadi, por delante del 0,07 % de media española, pero por detrás del 4 % que supone en países que prestan el servicio hace 20 años.
Bengoetxea ha puesto de manifiesto que aunque en España la ley lleva a vigor sólo 4 años ya hay diferencias «estadísticamente significativas» entre Comunidades Autónomas.
Esas diferencias pudieran estar relacionadas con un comportamiento diferente de los s por tener «una vivencia de la muerte» distinta por razones culturales o con que los sistemas sanitarios de las diferentes Comunidades Autónomas «no estaban igual de preparados».
En Euskadi, el tiempo medio desde que se solicita el procedimiento hasta la eutanasia es de 49 días (más de 60 días la media estatal).
En general, según ha explicado la especialista, la comisión que preside autoriza un 70 % de las peticiones y deniega en torno al 9 %. Un 20 % de los solicitantes fallecen en el proceso y muy pocos desisten.
Respecto a las denegaciones, Bengoetxea ha señalado que siempre detrás de una solicitud de eutanasia «hay un sufrimiento insoportable, pero no todos los sufrimientos insoportables entran dentro de los requisitos que establece la ley».
Según ha explicado, «clínicamente puedes solicitar la prestación cuando tienes un sufrimiento insoportable, bien porque tienes una enfermedad incurable avanzada con pronóstico de vida limitado como puede ser una enfermedad oncológica o un padecimiento grave crónico invalidante que produce limitaciones para las actividades básicas de la vida diaria», lo cual «tiene que quedar demostrado».
Mejoras en Osakidetza
Osakidetza trabaja para mejorar la accesibilidad a esta prestación, de manera que alguien que la necesita y tiene la decisión clara «no tenga que andar peregrinando» para encontrar un médico responsable que le haga la valoración, ha indicado la directora de Asistencia Sanitaria del Servicio Vasco de Salud.

El personal sanitario médico y de enfermería tiene derecho a objetar para no practicar la eutanasia por razones éticas, pero cuando ello ocurre, se tiene que facilitar al otro responsable que asuma la prestación.
En Euskadi, según los datos aportados, hay registrados unos 570 objetores entre personal médico y de enfermería en el conjunto de la sanidad pública y privada, lo que representa una cifra «muy pequeña» entre esos profesionales.
Osakidetza proyecta poner en marcha este año un sistema de información de eutanasia de Euskadi, que permitirá una mejor gestión de los datos para disponer de una visión completa de la aplicación del servicio.
A ello se sumará un aumento de los profesionales dedicados a la gestión de la prestación, según ha anunciado. EFE