Bruselas (EFE).- El comité de empresa de la planta en Esquiroz (Navarra) del grupo alemán BSH, fabricante de electrodomésticos, urgió este martes en Bruselas a intermediar para evitar su cierre. El mismo afectaría a mil personas entre empleos directos e indirectos. Han confiado en que la Comisión Europea pueda establecer una «interlocución» con la multinacional.
Acompañados de eurodiputados del PSOE, Sumar, Bildu y PNV, el comité mantuvo este martes encuentros con los gabinetes del vicepresidente ejecutivo de Prosperidad y Estrategia Industrial de la Comisión Europea, Stéphane Séjourné, y de la comisaria de Empleo, Roxana Minzatu.
«Hemos hecho una exposición de nuestra situación de manera bastante pormenorizada y que sabemos que van a realizar gestiones de cara a tener una interlocución con la multinacional y veremos a ver si fructifican. El tiempo es oro y el objetivo es flexibilizar el plazo para poder alcanzar esa alternativa fiable y factible», resumió el representante del comité de empresa Juan José Hermoso.
Inversores interesados
Hermoso subrayó que hay inversores que están interesados en dar continuidad al proyecto industrial y a la plantilla de BSH Esquiroz. Ha advertido de que está en juego el futuro de más de mil familias de trabajadores «referentes» dentro de la multinacional por su experiencia y los indicadores de productividad y calidad que registran.
«Es un despropósito la decisión que se nos anunció ayer y también tenemos que decir que la actitud de deshumanización, de desprecio absoluto a la vida de los empleados de BSH Esquiroz (…), está más que patente», lamentó Hermoso.
La plantilla, dijo, está alineada con los Gobiernos de Navarra y de España en la apuesta por la reindustrialización y busca ahora el «amparo institucional» de la Comisión Europea, de quien buscan que hable con la empresa alemana para ganar tiempo.
El Gobierno de Navarra considera el cierre un error
«Ni el Gobierno de Navarra ni el conjunto de la sociedad navarra entiende una decisión que no comprendemos, que no compartimos y que consideramos un error», señaló la consejera de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo del Ejecutivo navarro, Carmen Maeztu.
Desde el Parlamento Europeo, acompañaron al comité de empresa en sus encuentros los eurodiputados Elena Sancho (PSOE), Estrella Galán (Sumar), Pernando Barrena (EH Bildu) y Oihane Agirregoitia (PNV). Han coincidido a la hora de tildar la decisión de BSH de «errónea» o «irresponsable».
«Nos estamos dejando la piel y nos vamos a dejar la piel. Está en juego el futuro de más de mil familias, trabajadores y trabajadoras con una amplia trayectoria industrial», defendió Hermoso.
El grupo alemán BSH trasladó este lunes al Gobierno de Navarra y al Ministerio de Industria que no retrasará la fecha prevista para iniciar el despido colectivo (17 de junio) y que hará efectivo el cierre de la planta de Esquíroz.
