Fotografía de archivo del interior de la Knesset, el Parlamento israelí, en Jerusalén (Israel). EFE/EPA/ Debbie Hill

La votación preliminar para disolver el Parlamento de Israel no logra los apoyos suficientes

Jerusalén (EFE).- La votación preliminar para disolver el Parlamento de Israel impulsada por la oposición no logró los apoyos suficientes para ser itida a trámite con 61 votos en contra y 53 votos a favor, tras una sesión parlamentaria que se alargó hasta altas horas de la madrugada de este jueves.

La oposición, liderada por el partido Yesh Latid, necesitaba los votos de dos facciones ultraortodoxas que forman parte del Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu y que habían amenazado con retirarle su apoyo por su lentitud para aprobar una ley que permita eximir a gran parte de los judíos ultrarreligiosos de hacer el servicio militar obligatorio.

Sin embargo, medios locales israelíes reportan que ambos partidos, Judaísmo Unido de la Torá y Shas, finalmente votaron mayoritariamente en contra de la disolución de la Knéset, el Parlamento de Israel, argumentando que habían logrado unos principios de entendimiento con Netanyahu.

La votación preliminar para disolver el Parlamento de Israel no logra los apoyos suficientes
Fotografía de archivo del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu (c), en el Parlamento de Israel, en Jerusalén. EFE/EPA/ Abir Sultan

En una sesión parlamentaria que empezó el miércoles y se alargó hasta la madrugada de este jueves, los partidos ultraortodoxos propusieron posponer la votación hasta la semana siguiente, pero la oposición decidió seguir adelante con el proceso.

La disolución de la Knéset suponía el paso previo para convocar elecciones anticipadas, pero su permanencia le permite ganar tiempo a un Netanyahu cuestionado desde dentro de su propia coalición.

El centro de la discusión en el Parlamento de Israel

Los ultraortodoxos quieren que el Gobierno apruebe un plan que permita mantener gran parte de las exenciones militares a los de su comunidad que, desde la fundación del Estado de Israel, permitían a los judíos que estudiaban a tiempo completo en una escuela religiosa no hacer el servicio militar obligatorio.

En junio de 2024, tras expirar la disposición temporal que permitía las exenciones (el asunto nunca se ratificó por ley), el Tribunal Supremo ordenó al Ejército comenzar a alistar a los ultraortodoxos, lo que obligó al Gobierno a poner en marcha una propuesta de ley para mantener gran parte de las exenciones, aunque también contempla el alistamiento de algunos ultrarreligiosos.

La propuesta, sin embargo, lleva meses bloqueada en el Parlamento de Israel por diferencias en el seno de la coalición gobernante sobre su alcance y los mecanismos para hacerla cumplir.

La exención militar de los ultraortodoxos es un asunto polémico en el país, aún más desde que comenzó la guerra en la Franja de Gaza, que ha llevado al Gobierno a prolongar la duración del servicio militar obligatorio y a movilizar a decenas de miles de reservistas para mantener su ofensiva.