Patricia Martínez Sastre |
Jerusalén (EFE).- El Ministerio de Exteriores del Reino Unido, en una declaración conjunta con Australia, Canadá, Noruega y Nueva Zelanda, anunció este martes sanciones contra los ministros ultranacionalistas y colonos israelíes: el cabeza de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir.
Pero, ¿quiénes son estos funcionarios y por qué les castigan ahora países occidentales aliados de Israel?
Desde el inicio de la ofensiva israelí -que ya ha causado unos 55.000 muertos, según datos de Sanidad gazatí-, ambos ministros han urgido a que Israel se apodere del enclave palestino de Gaza, expulsando a sus más de dos millones de habitantes, en lo que ellos califican de «migración voluntaria».
Smotrich -líder del partido ‘Judaísmo Unido de la Torá’- ejerce, además, como gobernador ‘de facto’ del territorio palestino ocupado de Cisjordania, donde ha fomentado más colonias israelíes que nunca -ilegales según el derecho internacional- con el objetivo de dificultar la creación de un Estado palestino y de que Israel se anexione este territorio.
«Ha llegado la hora de la soberanía (…)», escribió Smotrich en X el pasado 5 de junio. «No nos detendremos hasta que toda la zona reciba su pleno estatus legal y se convierta en parte integral del Estado de Israel», añadió sobre Cisjordania, una semana después de haber aprobado 22 nuevos asentamientos.

Solo desde octubre de 2023, Israel ha facilitado la creación de 40 nuevas colonias -que cuentan con autorización de las autoridades israelíes- y 87 ‘outposts’ o inicios de asentamientos, que reciben aprobación oficial ‘a posteriori’, confirmó a EFE un portavoz de la ONG Peace Now, que monitoriza la colonización israelí de los territorios palestinos.
«Smotrich quiere que su ideología sea nacional, pero no lo es y sabe que no lo será. Pero identifica una oportunidad histórica para lograr lo que él y sus partidarios quieren, que es básicamente la anexión. Quieren el imperio judío», dice a EFE el analista político israelí, Ori Goldberg.
El ministro israelí «del caos»
Por su parte, el ministro Ben Gvir -apodado el «ministro israelí del caos» por la revista estadounidense New Yorker- ha pasado de ser un fanático y populista a una figura clave en el gobierno de coalición del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
El líder colono, al frente del partido supremacista judío ‘Sionismo Religioso’, ha sido condenado ocho veces por delitos que incluyen racismo, vandalismo y apoyo a una organización terrorista. De formación abogado, se labró un nombre defendiendo a judíos extremistas acusados de ataques violentos contra palestinos.
«Está aquí para incendiarlo todo y parte de ese incendiarlo todo es decir cosas como que los árabes son nuestros enemigos y tenemos que hacerles daño siempre que podamos», dice Goldberg, que le describe como una figura menos refinada que Smotrich, sin el apoyo de las élites askenazis y los rabinos.
Tras el ataque de Hamás, la oficina de Ben Gvir aprobó más de 100.000 licencias de armas en poco más de cinco meses, lo que facilitó la llegada de rifles y otras armas a los asentamientos en Cisjordania, donde ha habido un repunte de ataques violentos contra palestinos, muchas veces perpetrados por colonos uniformados.
Ben Gvir ha abogado también por matar de hambre a los palestinos, insistiendo en que mientras haya rehenes israelíes no debe entrar agua ni alimento en Gaza. Además, ha repetido que se trata de una «oportunidad histórica» para «volver a ocupar» la Franja; en referencia a las colonias israelíes que existieron allí hasta que Israel las desmanteló en 2005.
Retórica extremista «atroz y peligrosa»
Este martes, los ministros de Exteriores de estos cinco países acordaron, en una declaración conjunta, que la retórica extremista de Ben Gvir y Smotrich «es atroz y peligrosa» y denunciaron que sigan incitando «a la violencia extremista y a graves abusos contra los derechos humanos de los palestinos».
Sin embargo, según Goldberg, estas sanciones individuales no solo son insuficientes, sino que consolidan la narrativa de que «Israel, incluso Netanyahu, ha sido secuestrado por extremistas» y que las acciones y palabras de estos no se derivan de una política de Estado.
«Esto les facilita la vida a los países sancionadores porque es Netanyahu quien aprueba lo que sucede en Gaza. Y no se trata de discursos racistas sino de masacrar a decenas de palestinos a diario. Pero mientras señalen a Smotrich y Ben Gvir, están creando una distinción subtextual entre los israelíes moderados y los israelíes fanáticos que no existe», dice el analista.