El expresidente de la Comisión Europea José Manuel Durao Barroso da un discurso este jueves en Lisboa. EFE/EPA/JOSE SENA GOULAO

Durão Barroso: Europa tiene que dejar de ser un adolescente geopolítico

Lisboa (EuroEFE).- El expresidente de la Comisión Europea José Manuel Durão Barroso (2004-2014) afirmó este jueves que Europa «tiene que dejar de ser un adolescente geopolítico» y asumir «las dimensiones político-diplomática y de defensa» ante la actual situación internacional.

«Europa tiene que dejar de ser un adolescente geopolítico y tiene que asumir la dimensión político-diplomática y de la defensa que la grave situación internacional urgentemente reclama. Para eso, cada uno de nuestros países necesita de escala europea, con la simple dimensión nacional no se llega», dijo Durão Barroso.

El que fuera primer ministro luso entre 2002 y 2004 habló durante la ceremonia de celebración del 40 aniversario de la firma por parte de Portugal del Tratado de Adhesión a la Comunidad Económica Europea (CEE), actual Unión Europea (UE), en el Monasterio de los Jerónimos en Lisboa.

Allí, el 12 de junio de 1985 el entonces jefe del Gobierno de Portugal, Mário Soares, rubricó el tratado de adhesión, en un acto con la presencia de Felipe González.

En paralelo, este jueves tiene lugar en Madrid un acto solemne en el Palacio Real donde se conmemora la firma del tratado de adhesión por parte de España.

Sobre la paz, Durão Barroso apuntó que no hay que olvidar que fue «la base y el objetivo» del proyecto de integración europea y avisó de que solo será garantizada con una política de defensa común, «invirtiendo sustancial e inteligentemente en industrias y capacidades en este dominio».

Recordó que en el caso de Portugal la integración en la CEE supuso «un segundo 25 de Abril», como se conoce en el país a la Revolución de los Claveles de 1974, que puso fin a la dictadura.

«La petición de adhesión significó por parte de las fuerzas políticas que lo apoyaron la voluntad de anclar definitivamente a Portugal en el campo democrático, por eso desencadenar el proceso de adhesión contribuyó a clarificar la propia naturaleza del régimen político, eliminando todas las dudas y ambigüedades», explicó.

Por ello, consideró que se puede decir que «la adhesión de Portugal fue un segundo 25 de abril ya que garantizó que el nuevo régimen político se consolidase en el espacio de la libertad y democracia».

«La adhesión de Portugal a la Comunidad Europea fue realmente un acontecimiento histórico tanto en la definición del posicionamiento externo de nuestro país -dijo-, como en la consolidación del propio modelo de régimen político pluralista».

Más allá de los beneficios políticos, Durão Barroso habló de los económicos, ya que la integración permitió al país modernizarse gracias a los apoyos comunitarios.

Mirando al futuro y al presente, el político portugués indicó que Portugal «reúne todas las condiciones para continuar en el centro de la constitución europea y que deberá apoyar el esfuerzo en marcha para la prosperidad y la paz en Europa».

Y agregó: «Esa prosperidad solo se alcanzará si nuestros países hicieran mucho más por aumentar su competitividad, por ejemplo, profundizando el mercado interior, completando la unión bancaria, implementando la Unión de los mercados de capitales, invirtiendo adecuadamente en ciencia y tecnología».

Más democracia

Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, afirmó este jueves en Lisboa que la integración de Portugal y España a la UE añadió «democracia» al bloque comunitario, no solo un mercado.

El que fue primer ministro de Portugal entre 2015 y 2024 subrayó que la integración de su país y España fue «refundadora» para Europa, porque supuso una ampliación del proyecto europeo a países del sur.

«Por primera vez, Europa no se definió simplemente como una unión aduanera o un mercado común, sino como una entidad política, como una unión de democracias. Portugal y España no añadieron un mercado, sino que añadieron democracia a la UE», indicó Costa.

Costa destacó que «sin duda» la UE es «el mejor proyecto de solidaridad entre los pueblos que el mundo conoce» y subrayó que la unión es capaz de afrontar «buenos y malos momentos, crisis y bonanzas, avances y retrocesos, capaz de integrar historias y culturas diversas, pueblos y geografías distintos, maneras de pensar plurales…».

Explicó que ahora dedica tiempo a conocer mejor el resto de Europa y que esto le permite entender mejor «el esfuerzo extraordinario que representa la capacidad de integración y de conjugación de visiones del mundo, de puntos geográficos tan diversos, de tradiciones e historias tan distintas, de formaciones culturales tan diversas».

«Este es un sentido de pertenencia que nos convoca a un designio común, que nos da más fuerza para lidiar con los desafíos globales», siguió Costa, quien destacó que son necesarias «esa unidad y esa fuerza para defender un orden internacional basado en normas, fortalecer el multilateralismo, afrontar los grandes desafíos globales como el cambio climático».

«Necesitamos de esa unidad y de esa fuerza para garantizar la paz, la seguridad y la prosperidad -agregó-. Portugal es parte integrante de este proyecto común desde hace 40 años; parte integrante, central y decisiva».

El presidente del Consejo Europeo remarcó que la firma del tratado de adhesión no solo supuso el cierre de la transición a la democracia de Portugal, sino el inicio del «mayor desarrollo social y económico de la historia de Portugal».

«Después de la ‘d’ de democracia, de la ‘d’ de descolonización, la adhesión a la Comunidad Económica Europea abrió las puertas al desarrollo, cumpliendo las tres ‘d’ de abril», remarcó Costa en referencia al 25 de Abril.