Presentación del plan Rearme Europa este miércoles en Bruselas. EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

Bruselas dará 150.000 millones para defensa y priorizará la industria europea

Bruselas (EuroEFE).- La Comisión Europea dará prioridad a compañías con sede en Europa y en Ucrania en el proceso para conceder los 150.000 millones de euros que prevé desplegar en forma de créditos para multiplicar el gasto en seguridad y defensa, al tiempo que exigirá que al menos el 65 % de los componentes tengan origen europeo.

El Ejecutivo comunitario presentó este miércoles la propuesta legal del instrumento SAFE, a través del cual acudirá a los mercados de deuda para obtener recursos que luego repartirá entre los Estados que presenten proyectos para la compra conjunta de productos y equipos en este ámbito.

El texto de Bruselas estipula que «la infraestructura, plantas, activos y recursos» de las empresas que se vayan a beneficiar de una compra conjunta dentro de este instrumento «deben estar ubicadas en el territorio de un Estado miembro, un estado de la EFTA (Asociación Europea de Libre Comercio, en sus siglas en inglés EFTA) o en Ucrania».

Además, añade que al menos el 65 % de los componentes de un producto final tiene que tener su origen en los mismos territorios, al tiempo que subraya que no se utilizarán aquellos que provengan de «terceros países que contravienen los intereses de seguridad y defensa de la Unión y sus Estados ».

En el caso de los sistemas complejos, como las baterías antiaéreas, que puedan estar sujetas a restricciones de terceros países, se aplicará la misma norma y se exigirá a las empresas que puedan sustituir dichos componentes por otros de origen europeo sin tales restricciones.

Planes nacionales de defensa

Los Estados que deseen acceder a los créditos del instrumento SAFE tendrán que presentar planes de inversión en defensa a la Comisión Europea en los que enumeren las actividades, gastos y medidas que financiarán con estos recursos, los productos que comprarán y la participación de Ucrania en dichos planes si fuese el caso.

Bruselas analizará después dichos planes y determinará la cuantía del préstamo y del anticipo de hasta el 15 % de la cantidad total que se transferirá a los Estados involucrados para cubrir las necesidades más urgentes. Se podrán realizar desembolsos hasta el 31 de diciembre de 2030.

Como norma general, los países desarrollarán estos planes a través de compras conjuntas en las que participen al menos dos Estados (o uno de ellos junto con Ucrania) para adquirir sistemas de artillería, defensa aérea y balística, misiles y munición, drones y antidrones, tecnología espacial, movilidad militar, ciberseguridad e inteligencia artificial, entre otras categorías.

Sin embargo, también podrán unirse terceros países con los que la UE tiene firmados acuerdos de asociación en seguridad y defensa (Noruega, Moldavia, Japón, Corea del Sur, Macedonia del Norte y Albania), así como otros que están negociando pactos similares o que negocian su potencial entrada al bloque.

El futuro Programa Europeo Industrial de Defensa (EDIP) tendrá un papel especial a la hora de apoyar licitaciones conjuntas, así como proyectos emblemáticos militares paneuropeos para hacer frente a las carencias de capacidades críticas más urgentes y complejas.

Si así lo solicitan los Estados , la Comisión también podría actuar como central de compras.

Ciberseguridad y fronteras

La Comisión Europea también ha presentado un documento en el que detalla cómo prevé la activación «coordinada» de las cláusulas nacionales de escape de las reglas fiscales para que los gobiernos puedan aumentar su gasto en seguridad y defensa sin miedo a la apertura de un expediente por déficit excesivo.

España había pedido dentro de esta línea de actuación una definición amplia del gasto en seguridad y defensa que incluyese inversiones en ciberseguridad y protección de fronteras.

Fuentes comunitarias han precisado que el gasto en ciberseguridad forma parte de las inversiones en productos de uso dual y podrán ser considerada como inversión en defensa siempre que esta dimensión sea su principal objetivo.

En relación a la protección de fronteras, la definición elegida por Bruselas no la incluye, pero las mismas fuentes señalan que corresponde a las autoridades nacionales y a la oficina europea de estadística Eurostat trabajar conjuntamente para determinar aquellas inversiones dentro de este ámbito que potencialmente podrían ser consideradas como gasto en defensa.

Como norma general, Bruselas ha optado por utilizar como definición de gasto en defensa la clasificación COFOG, que incluye inversiones y gasto corriente en cuestiones como infraestructuras y equipos militares, bienes y servicio de uso dual cuando son utilizados por fuerzas armadas, gasto en personal del ejército y su formación y toda ayuda militar a Ucrania.

Además, como ya avanzó la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, esta flexibilidad estará limitada a cuatro años para facilitar a los Estados que eleven su gasto en defensa, aunque después de este plazo tendrán que «acomodar» este tipo de inversiones dentro de los limites de déficit y deuda normales.

«Estar preparados para disuadir a quienes quieran hacernos daño»

«Europa se enfrenta a una amenaza aguda y creciente. La única manera de garantizar la paz es estar preparados para disuadir a quienes quieran hacernos daño», comienza el nuevo libro blanco -documento no legislativo- sobre defensa presentado por la jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas, y el comisario europeo de Defensa, Andrius Kubilius.

La nueva estrategia militar comunitaria está motivada por la agresión de Rusia a Ucrania, cuyo futuro asegura que está vinculado al de Europa, y el giro de Estados Unidos hacia el Indo-Pacífico, región donde Washington ha dicho que quiere centrar sus recursos para evitar una guerra con China.

«Hacemos esto no para librar una guerra, sino para prepararnos para lo peor», indicó Kallas en una rueda de prensa para presentar el documento, basado en el apoyo a Kiev, la colaboración en proyectos, la reposición de arsenales principalmente de munición y misiles y el impulso a la base industrial comunitaria.

El texto proporciona un marco para el plan de la Comisión Europea “Rearmar Europa”, del que este miércoles presentó propuestas legislativas para movilizar hasta 800.000 millones de euros para inversiones militares, a través de métodos como un nuevo instrumento financiero con 150.000 millones para préstamos respaldados por el presupuesto de la Unión.

El documento alerta de la tendencia expansionista de Rusia, que es «imperativo» ayudar a Ucrania, que Estados Unidos reducirá su «papel histórico como principal garante de la seguridad» a Europa o que «Estados autoritarios como China tratan cada vez más de imponer su autoridad y control en nuestra economía y sociedad».

Alianzas internacionales

Por otra parte, el libro blanco apuesta por reforzar las asociaciones de seguridad con la OTAN -que sigue considerando la piedra angular de la defensa colectiva europea- y Estados Unidos pero también con Canadá, Noruega, el Reino Unido o Turquía y otros países candidatos o de su vecindad, y explorar las posibilidades con socios del Indo-Pacífico o la India.