Barcelona (EFE).- El español Sergio Toribio, que viajaba en la Flotilla de la Libertad interceptada por Israel, en la que también había otros activistas como Greta Thunberg que querían denunciar el bloqueo de la ayuda humanitaria a Gaza, ha dicho, al aterrizar en Barcelona, que lo sufrido por el grupo es «un ataque ilegal».
Toribio, que ha volado desde Tel Aviv en un vuelo que ha tomado tierra en el aeropuerto de El Prat alrededor de las 09:30 horas de este martes, ha explicado a los medios que le esperaban que ha pasado «algo de miedo», pero que ha recibido desde el principio asesoramiento del equipo jurídico del grupo, así como el apoyo de los diplomáticos españoles para poder regresar a España.
«Ha sido un ataque ilegal», ha defendido Toribio sobre la interceptación de Israel a través de drones y embarcaciones rápidas cuando estaban a «unas 100 millas» del destino.
El activista ha argumentado que la flotilla se encontraba «en aguas internacionales» y «no cerca de ninguna base militar», como esgrimían desde Israel, según ha dicho.
Visibilizar el bloqueo de ayuda humanitaria
Toribio ha señalado que, pese a todo, espera que lo ocurrido «visibilice» la necesidad de acabar con el bloqueo de la ayuda humanitaria. «Es una vergüenza (…), lo que han hecho es un ataque pirata», ha contado este mecánico naval.
En lo personal, ha dicho estar deseando llegar a Logroño para ver a su familia, especialmente a su madre. «Aún me queda camino hasta Logroño. Lo primero es ir con mi madre», ha contado Toribio, que ha dicho que, más allá de la intervención de Israel, el viaje ha sido «una experiencia increíble» y «espera» repetir.
Otra de las integrantes de la Flotilla es la eurodiputada sa Rima Hassan, ha confirmado el propio Toribio.

La organización Adalah, que promueve los derechos humanos en Israel en general y los de la minoría árabe en Palestina en concreto, confirmó el domingo a EFE que cuatro de los 12 activistas detenidos en el bote Madleen, con el que partieron el pasado día 1 de junio desde Sicilia (Italia), aceptaron salir del país tras la detención, mientras que los otros ocho se negaban a firmar los papeles de deportación.
En el grupo de los que ya están camino a casa también está Greta Thunberg, que ha volado de Tel Aviv a París.