Shanghái/Taipéi (EFE).- Las bolsas chinas abrieron este miércoles con ganancias después de que China y Estados Unidos concluyesen una nueva ronda de negociaciones comerciales, celebrada esta vez en Londres, con un acuerdo preliminar para establecer un marco de trabajo, pendiente todavía del visto bueno de los líderes de ambos países.
Concretamente, los dos principales parqués de la China continental, los de Shanghái y Shenzhen, repuntaban un 0,61 % y un 1,05 %, respectivamente, pasadas las 10:00 hora local (02:00 GMT).
Asimismo, el referencial de la Bolsa de Hong Kong, el Hang Seng, subía un 0,8 % a la mencionada hora. El índice que mide la evolución de los valores chinos cotizados en la antigua colonia británica, el Hang Seng China Enterprises, ascendía un 0,87 %.
También presentaba una evolución positiva el parqué de Pekín, de menor relevancia por su reciente creación (2021) y su enfoque en pymes, al ganar un 0,15 %.

Hong Kong y Taipéi registran avances
Al otro lado del Estrecho de Formosa, el índice de referencia de la Bolsa de Taipéi, el Taiex, registraba un avance del 0,46 %.
China y Estados Unidos concluyeron sus dos jornadas de negociaciones comerciales en Londres con un acuerdo preliminar para establecer un marco de trabajo que implemente el consenso alcanzado por los presidentes de ambos países, Xi Jinping y Donald Trump, en la llamada que mantuvieron la semana pasada.
Las conversaciones buscaron rebajar las tensiones entre ambas potencias después de acusarse mutuamente de incumplir el acuerdo alcanzado en Ginebra el mes pasado.
China acusó a EE.UU. de incumplirlo por sus guías de control a la exportación de chips de inteligencia artificial, la suspensión de ventas de software de diseño de semiconductores y la revocación de visados para estudiantes chinos.
Por su parte, Washington acusó a Pekín de incumplir la tregua por las restricciones que impuso a la exportación de tierras raras, vitales para los fabricantes de automóviles y otras industrias.
En Ginebra, ambas potencias alcanzaron un pacto temporal de 90 días por el cual China reduciría del 125 % al 10 % los aranceles sobre productos estadounidenses mientras que EE.UU. haría lo propio del 145 % al 30 % para los bienes chinos.