Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- La princesa Leonor ha embarcado este sábado en Las Palmas de Gran Canaria en la fragata Blas de Lezo para ampliar su formación militar en los ejercicios de la Armada Española con munición real más complejos de los últimos tres años, que tendrán lugar a 550 kilómetros de Canarias.
La fragata Blas de Lezo ha partido a las 20.10 horas (hora canaria) de la Base Naval de Las Palmas de Gran Canaria, después de que la heredera del trono de España saludara a su comandante, el capitán de fragata Pedro Ramos Carbonell, y a los oficiales del navío.
La princesa de Asturias se incorpora como guardiamarina a una de las unidades más avanzadas de la Armada Española en el marco de los ejercicios Sinkex-25, que comienzan este domingo y concluyen el lunes, día 16, para posteriormente integrarse en el Grupo de Combate Expedicionario Dédalo hasta el 3 de julio.

La princesa continúa de este modo su formación marinera y naval, tras cinco meses en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, al que volverá seguidamente para completar su instrucción.
Ejercicios con munición de combate
Leonor interviene en estos ejercicios con munición de combate -que incluye misiles y torpedos- con otros 200 alumnos de la Armada repartidos entre las diferentes unidades participantes y lo hará desde el Centro de Información y Combate de la fraga Blas de Lezo.
En estas maniobras aeronavales intervienen unos 1.900 hombres y mujeres, doce buques -entre ellos el nuevo submarino Isaac Peral-, así como 16 aeronaves de diferentes tipos, tanto helicópteros como Harriers de la Armada y cazas F-18 y Eurofighters del Ejército del Aire.
El objetivo del Sinkex‑25 es comprobar la relevancia de los medios de la Armada en los escenarios de alta intensidad y, en particular, su capacidad de emplear aeronaves de ala fija (cazas Harrier) desde una plataforma naval, como es el Juan Carlos I.
Desde el pasado lunes, 9 de junio, y hasta este sábado, se han llevado a cabo más de 100 ejercicios seriados y de pruebas orientados hacia el combate en alta intensidad, según informó el vicealmirante de la Armada Juan Bautista Pérez Puig, comandante del Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad.
Sin riesgo para la fauna de la zona
Para la realización de estas maniobras no se van a utilizar sonares de baja frecuencia que puedan afectar a los cetáceos presentes en esta zona del Atlántico, donde el tráfico es muy reducido, y los blancos que se emplearán para las pruebas con fuego real no ofrecen riesgo alguno.
La Blas de Lezo, en la que se ha embarcado la princesa, es uno de los buques de su clase «más capaces de Europa», según su comandante.
Con una dotación de 210 personas, su sistema de combate AEGIS está considerado entre los más avanzados del mundo, gracias a su radar ‘Spy’ multifunción y a su lanzador vertical de misiles conformado por 48 celdas.

El buque tiene una eslora de 146,7 metros y una manga de 18,6 metros, siendo la altura máxima de 50 metros, y para su propulsión lleva una combinación de turbinas de gas o motores diésel.
Actividades coordinadas con la OTAN
Tras su paso por el Atlántico, el despliegue naval Dédalo cruzará el estrecho de Gibraltar, el Mediterráneo central, el mar Tirreno y el golfo de Cádiz, con una escala en Ceuta.
Además, la Armada Española realizará actividades coordinadas con Francia, Italia y Portugal en el marco de la OTAN.
A través de los despliegues Dédalo, la Armada muestra su capacidad expedicionaria y de proyección, tanto anfibia como aeronaval, así como el compromiso de España con la política de disuasión y defensa de la Alianza Atlántica y de la Unión Europea.